Mitos sobre la menstruación que debes romper

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Repasamos los mitos más comunes sobre la menstruación que seguro has escuchado y creído alguna vez. 

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La menstruación. El periodo. La regla. El sangrado.

 

Todos estos nombres (y más) se le ponen a este periodo cíclico de una persona menstruante. Es más, hasta se pronuncian de manera pausada, con tensión y respeto: casi como si su presencia transmitiera miedo. ¿Quién querría vivir con algo tan temido entre sus piernas por los siguientes años? La respuesta es nadie.

Afortunadamente, de acuerdo con varias estrategias psicoterapéuticas y una adecuada educación sexual, podemos transformar esta experiencia en algo positivo. Incluso, hasta aprehender la menstruación como parte de la sexualidad y la vida de una. En otras palabras, se trata de decir la verdad sobre la menstruación. Es hora de hablar sobre los mitos que hay en relación con la menstruación.

 

Mito 1: La menstruación es sucia

Pues no.

 

Es verdad, la menstruación puede a veces ensuciar la ropa pero no contiene ningún tipo de bacteria (como en la orina o los residuos fecales, ¡e incluso en nuestras manos o teléfonos celulares!). De hecho, el sangrado menstrual se encarga de mantener el cérvix en el más medio ambiente más óptimo e higiénico.

El uso de compresas y tampones, con químicos tóxicos y materiales con base en plástico desechable, es lo que convierte un proceso orgánico en un resultado: 1) oloroso, 2) contaminante y 3) con sensación de suciedad.

En realidad, la menstruación no es el problema – sino el que se le considere moral y socialmente sucio.

 

Mito 2: El sexo durante el periodo es asqueroso

 

Se trata de un mito bastante subjetivo que, en realidad, puede estar íntimamente relacionada con la idea que se tenga de la menstruación. Es decir que, si una persona piensa que la menstruación es algo sucio; ergo, el sexo durante los días de la menstruación, será probablemente sucio. No obstante, no hay estudio ni base científica que demuestre que el sexo durante la menstruación sea anti-higiénico o poco saludable.

Conoce más acerca de los pros y contras de la copa menstrual.

Mito 3: Pierdes mucha sangre durante el periodo

 

En promedio, una persona menstruante puede sangrar alrededor de una taza de café con leche durante su periodo. Hay personas que pierden menos y otras que pierden más. En el caso de éstas últimas, se le conoce como menorragia (más de la norma) y suele ocupar más de siete tampones en un sólo día.

Si la pérdida de este sangrado comienza a afectar la vida de la persona en otras áreas (como en la erótica, la salud, la laboral, la familiar, etcétera), es importante recurrir al médico con el que más confianza y comprensión genere.
                                

 Mito 4: No puedes (ni deberías) ejercitarte durante la menstruación

 

En realidad, el ejercicio físico libera una serie de neutrotransmisores que regulan los cólicos y síntomas de casos como el Síndrome Premenstrual o la Endometriosis. Ejercitarse o realizar cualquier actividad física siempre es benéficioso para el cuerpo. En cualquier momento de la vida.

Mito 5: Una copa menstrual se quedará estancada en la vagina

 

La vagina no es un hoyo negro. Es un canal cuyo origen o base es el cérvix, el cual puede ir cambiando de altura y posición en diferentes momentos de la vida y posiciones corporales. Es por ello indispensable conocer la altura de tu cérvix para comprender cuál talla es la apropiada para tu cuerpo

Es imposible que una copa menstrual (tampón o esponja) se pierda en la vagina. Si se queda atorada, es recomendable tranquilizarse y pedir ayuda para que alguien pueda sacarla con delicadeza.

                                 

Mito 6: Todos los periodos menstruales son lo mismo para todas las personas menstruantes

 

En realidad, la experiencia de la menstruación es un fenómeno subjetivo. Nadie lo vive de la misma manera que una misma. Por lo que hacer generalizaciones al respecto puede ser bastante impreciso y quizá hasta sexista. Cada persona menstruante tiene su manera de menstruar: se tienen diferentes periodos de ciclos, pérdidas de sangre, síntomas, colores, consistencias a lo largo de cada una de las menstruaciones de toda una vida.

Es recomendable que una pueda conocer su cuerpo para identificar qué es lo normal en sí misma y, cuando se desarrollen síntomas anormales de esta normalidad, se pueda recurrir a un médico con experiencia y suficiente empatía para enfrentar el caso.

Conclusión: todas las menstruaciones son únicas y eso está bien.

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