¿Quién fue la creadora de la copa menstrual?

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La actriz y cantante estadounidense, Leona W. Chalmers, se vio en la necesidad de crear un dispositivo que le permitiera enfrentar el ritmo laboral cada noche que se presentaba en público.

¿Quién fue la creadora de la copa menstrual?

A diferencia de la creencia popular, la copa menstrual es un invento que tuvo lugar en la década de los 30. Se trataba de una época entre dos guerras y con un acceso limitado a productos sanitarios. No todas las mujeres podían costearse compresas ni tampones y, aún así, debían salir a trabajar sin tenerse que preocupar por las fugas menstruales. 

Frente a esta situación, la actriz y cantante estadounidense, Leona W. Chalmers, se vio en la necesidad de crear un dispositivo que le permitiera enfrentar el ritmo laboral cada noche que se presentaba en público. Empezó a diseñar y patentar una copa que recolectaría el flujo menstrual sin riesgos de fugas. 

La copa menstrual, un invento de una mujer para las mujeres

Previo a la existencia de la copa menstrual, surgieron otros productos sanitarios para mujeres. Productos sanitarios creados por hombres: desde sacos internos que se sostenían con cinturones y correas, sacos flexibles, copas de metal acompañadas de cinturones, entre otros. 

Leona Chalmers fue la primera mujer en patentar la copa menstrual (1937) que se parecía a la copa de nuestra actualidad. Su copa de goma látex revolucionó y liberó a las mujeres de cinturones y correas: hizo de la menstruación, una liberación accesible, saludable y cómoda. 

Sin embargo, con el surgimiento de la II Guerra Mundial, la copa de látex se vio forzada a detenerse: la silicona se usaba principalmente para fines médicos y Chalmers no consiguió proveedores accesibles para la fabricación de su producto. Sólo hasta finalizar la guerra, Chalmers pudo volver a la producción de la copa menstrual. 

Desgraciadamente, no sólo Kotex empezó a anunciar salvajemente las compresas y tampones, también las personas se sentían incómodas con la idea de tocar sus vulvas (¡sin decir nada de las vaginas!). La copa menstrual sobrevivió dos décadas de guerras y estigmas en la salud sexual: en 1959, Chalmers vendió la patente a Robert P. Oreck y la comercializó a través de la empresa Tassette, Inc. 

A diferencia de la estrategia mercadotécnica de Kotex, Tassette, Inc decidió lanzar una campaña de promoción de la salud sexual en el ámbito médico: su foco fueron las enfermeras. Se trató de una labor de educación sexual que promovió combatir mitos relacionados con el periodo y vagina. Sin embargo, en la década de los 70, la empresa tuvo que cerrar. 

The Keeper volvió a lanzar la copa menstrual en 1987

Como una manera ecosustentable, la copa menstrual regresó cuando The Keeper con una alternativa sustentable y saludable. Ideal para personas con alergia al látex, la nueva copa menstrual estaba diseñada y manufacturada con silicona médica. Y fue poco después que cada vez más compañías vieron la copa menstrual como una oportunidad para reducir desechos y gastos económicos mientras se creaba un apoyo para cuerpos menstruantes. 

Desde entonces han surgido una vasta diversidad de copas menstruales. Sin embargo, es importante reconocer que la copa menstrual continúa en una evolución: necesita cambios para adaptarse a la vida actual de los cuerpos menstruantes. De ahí que la Eureka! Cup sea la primera copa menstrual con vaciado fácil. ¿Aún no la conoces? Descubre más sobre la nueva evolución de la copa menstrual aquí.