Aunque no tengas parto vaginal, también debes cuidar tu suelo pélvico después de una cesárea. Descubre cómo hacerlo con los consejos de nuestra sexóloga.
Un embarazo es, por sí mismo, un proceso complejo para un cuerpo humano. Requiere muchos cuidados, harta paciencia y, sobre todo, mucha reeducación de índole sexual, emocional y de crianza. Incluso, cuando nos ponemos en la labor, el aprendizaje puede incluir clases de pilates especiales o de hipopresivos. Sin olvidar las primeras clases de maternidad y paternidad asistida…
Sin embargo, hay ocasiones que puede olvidarse la recuperación del suelo pélvico posterior a una cesárea. En general, existe muy poca información sobre el suelo pélvico y, aún más, en cómo una herida operatoria en esta zona puede llegar a influir en el bienestar en su totalidad.
Por lo general, una cirugía en la zona pélvica suele tener un impacto significativo en sus fibras. Es decir que desde un punto de vista vascular, muscular, nervioso y hormonal-endocrino, una cirugía puede llegar a producir roturas y desconexiones en las terminaciones del nervio pudendo. Esto puede llegar a ocasionar posibles complicaciones como infecciones, sensibilidades alteradas y cicatrizaciones fibrosas. Incluso, se ha asociado la dispareunia –dolor y ardor durante la penetración– con estas complicaciones del suelo pélvico.
Algunos estudios se inclinan a asociar el desarrollo de estos malestares en el suelo pélvico después de entre cinco y diez años de la intervención quirúrgica. Inclusive hasta unos 25 años después.
Afortunadamente, no todas las noticias son catastróficas. Con una rutina cotidiana posterior a la intervención, es posible prevenir infecciones, sensibilidades alteradas, cicatrizaciones fibrosas o dispareunia.
Además de ir con una sexóloga y fisioterapeuta especialista en el suelo pélvico, es recomendable tener en cuenta los siguientes consejos:
Un parto puede llegar a ser muy significativo para una persona, de modo que cuidarse para garantizar un bienestar a largo plazo es sólo parte del proceso. Conoce más a profundidad sobre el tema con tu sexóloga y fisioterapeuta especialista en suelo pélvico de cabecera.
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