Sí, es momento de hablar sobre la mucosa vaginal

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La mucosa vaginal es una capa protectora que la vagina se provee a sí misma frente a agentes patógenos que pueden llegar a impactar negativamente en su flora.

Indice de contenido: 

• Sí, es momento de hablar sobre la mucosa vaginal

• ¿Para qué sirve la mucosa vaginal?

• ¿Por qué cambia la mucosa vaginal?

Sí, es momento de hablar sobre la mucosa vaginal

A todo cuerpo con vagina le ha pasado que conforme se acerca la fecha de la menstruación, al ir al baño y bajarnos las bragas ver manchas blanquecinas en la tela. A veces inclusive, estas manchas suelen ser más bien transparentes. Estas manchas son el resultado de nuestra mucosa vaginal, un fluido que nos dice en qué momento de nuestro ciclo menstrual nos estamos encontrando. 

Es verdad que hay ocasiones en que los flujos pueden llegar a ser de color amarillo, verdáceo o marrón; en cuyo caso es recomendable ir lo más pronto posible con la ginecóloga o partera de cabecera para regular la infección. 

¿Para qué sirve la mucosa vaginal? 

En términos generales, la mucosa vaginal es una capa protectora que la vagina se provee a sí misma frente a agentes patógenos que pueden llegar a impactar negativamente en su flora. De modo que en muchas ocasiones, es la mucosa vaginal la sustancia que determina la viabilidad de ciertos elementos dentro de la vagina; como por ejemplo, los espermatozoides.  

Es decir, la mucosa vaginal se encarga de filtrar los espermatozoides no aptos para su función o que se consideran anormales. Y no sólo eso, también se encarga de mantener vivo al esperma durante días brindándole un espacio óptimo para su supervivencia dentro de la vagina. De modo que cuando el óvulo esté listo, el fluido cervical se encarga de dirigir el esperma hacia el cuello uterino hasta encontrar el óvulo. Sin la mucosa vaginal, los espermatozoides no podrían hacer su camino hacia el óvulo. 

¿Por qué cambia la mucosa vaginal?

También llamado fluido cervical, la mucosa vaginal se ve influenciada por la producción de estrógeno y progesterona por parte de los ovarios. Es decir que dependiendo de los niveles de estas dos hormonas, la mucosa puede responder de ser de consistencia seca a ser más cremosa y resbaladiza. Por un lado, mientras más alto estén los niveles de estrógeno, mayor será su calidad fértil y su cremosidad; por otro lado, cuando los niveles de progesterona comienzan a elevar después de la ovulación, la mucosa vaginal será más seca (volviéndose un lugar inhóspito para los espermatozoides). 

De este modo, cuando la mucosa vaginal sea elástica, transparente (o un poco blanquecina), lubricante o acuosa como una clara de huevo, es un flujo en su máxima capacidad fértil. No obstante, también la mucosa vaginal puede verse cremosa, blanca, amarilla, pegajosa o seca, dejando de ser un fluido fértil o saludable. Como se mencionó anteriormente, es recomendable visitar urgentemente a la ginecóloga de preferencia. 

Es importante recalcar que hay ocasiones en que la mucosa vaginal puede variar en color, olor y cantidad por distintos factores. El primero, como ya se aclaró, es el proceso normal del ciclo menstrual; sin embargo, otros factores como la presencia de una infección vaginal, una infección de transmisión sexual (ITS) o el uso de medicamentos como antihistamínicos, expectorantes y anticonceptivos hormonales. 

Es importante conocer nuestra mucosa vaginal para identificar en cualquier momento si hay algo que “no va bien”, previniendo enfermedades graves o pequeñas infecciones que pueden derivar en un caso de urgencias en el hospital. Después de todo, nuestra mucosa vaginal es parte de nuestro cuerpo y, por tanto, de la naturaleza.