Los trastornos del suelo pélvico más comunes en mujeres

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Con el fin de brindar una mayor información sobre la salud, hemos recolectado los trastornos del suelo pélvico más comunes en mujeres.

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Los trastornos del suelo pélvico más comunes en mujeres

 

La musculatura del suelo pélvico es más importante para nuestra salud en general de lo que se puede llegar a sospechar. Con esto queremos decir que si un elemento, por más sutil o pequeño que sea, afecta a nuestra musculatura que va desde el vientre bajo hasta la parte baja de la espalda, las consecuencias en nuestra vida y cotidianidad podrán ser dolorosísimas. 

Existen muchas enfermedades y trastornos que pueden afligir a la pelvis, los músculos del suelo pélvico y la cintura pélvica, cuyos orígenes pueden variar: cirugías con una mala recuperación y cicatrización, musculatura hipotónica, contractura muscular, desgarro por un parto complicado, alteración hormonales, factores emocionales y psicológicos, entre otros. 

Con el fin de brindar una mayor información sobre la salud, hemos recolectado los trastornos del suelo pélvico más comunes en mujeres. De modo que no sólo se pueda detectar los síntomas, también conocer los posibles tratamientos al respecto. 

 

Diastasis Recti Abdominis 

 

A este trastorno del suelo pélvico también se le conoce como “panza de bebé”. El DRA ocurre cuando los músculos abdominales están separados verticalmente junto con la línea albia. El diagnóstico se da cuando el diastasis recti tiene más de 2 cm de separación. 

El DRA sucede cuando el feto, en crecimiento continuo, ejerce presión en los músculos abdominales causando su separación. Su causa no siempre se asocia con un embarazo, ya que los hombres también pueden sufrir de DRA. Otras posibles causas es el envejecimiento, fluctuaciones en el peso, levantamiento de peso, etcétera. 

El tratamiento más frecuente para este trastorno del suelo pélvico de la diastasis recti abdominis es la rehabilitación pélvica con una fisioterapeuta especializado en suelo pélvico. 

 

Vulvodinia

 

Como hemos comentado en artículos anteriores, la vulvodinia es dolor crónica en la vulva sin ninguna causa aparente. La vulvodinia puede ubicarse en zonas muy específicas de la vulva o encontrarse en toda la vulva y de manera constante. El dolor aparece cuando se toca aún con la ropa interior: en especial cuando se está sentada. O inclusive hay pacientes con vulvodinia que reportan sentir dolor crónico aún sin el contacto directo con la vulva. 

Se cree que las causas de la vulvodinia son infecciones vaginales o urinarias crónicas, situaciones emocionales y psicológicas, etcétera. Si bien actualmente no existe un tratamiento específico para tratar la vulvodinia, se sabe que una estimulación guiada por conocimientos de las terminaciones nerviosas, meditación mindfulness y reducción del uso de antibióticos son vías para regular los síntomas. 

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BONUS: 5 Consejos para aliviar los síntomas de la vulvodinia

 

Dispareunia

La dispareunia es la experiencia del dolor durante una penetración vaginal. Algunas de las causas más frecuentes de la dispareunia son infecciones, inflamación neoplástica, factores neurológicos, trauma psicológicos, deficiencias hormonales, entre otros. Muchas veces la dispareunia suele diagnosticarse mal. 

El tratamiento requiere el apoyo de una sexóloga y fisioterapeuta del suelo pélvico para regular el dolor en momentos de la penetración vaginal (ya sea por exámen médico o práctica sexual). 

Todas estos trastornos del suelo pélvico pueden prevenirse con los ejercicios adecuados, como el entrenamiento con las Pelvic Balls y una visita con la sexóloga + fisioterapeuta especializada en suelo pélvico de confianza. 

 

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Disfunción urinaria

 

La incontinencia urinaria femenina es la pérdida inintencionada de orina, relacionándose principalmente con hipotonía del suelo pélvico (también conocido como un suelo pélvico debilitado). Las pérdidas de orina pueden suceder ante un movimiento que genere contracciones, tales como al estornudar, tosera, reír o practicar algún deporte físicamente riguroso. 

El principal tratamiento de la disfunción urinaria es el entrenamiento pélvico mediante los ejercicios de Kegel y el uso de las bolas chinas como las Pelvic Balls. 

 

 

Endrometriosis

 

La endometriosis sucede cuando el tejido que forma el útero se expande a otras zonas. Esto puede provocar inflamación, cicatrizaciones internas, formaciones de piel adheridas a otras partes del cuerpo, disfunción miofascial, infertilidad, entre otros. Además que suele relacionarse con cólicos menstruales muy fuertes y a una tasa alta de infertilidad. 

Dado que la endometriosis es difícil de diagnosticar este trastorno de suelo pélvico, lo importante es encontrar una buena sexóloga + fisioterapeuta especializada en suelo pélvico para entrenar y rehabilitar el suelo pélvico. 

 

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BONUS: Endrometriosis, ¿qué es y cómo se sobrevive a esta enfermedad?

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