Cómo regular pH de la vagina

Tiempo de lectura: 8 minutos

El pH vaginal es el índice de acidez-alcalinidad del flujo vaginal. Es decir, es el termómetro de alteración en el ecosistema de la vagina.

 

Highlights:

1. El flujo vaginal está compuestos de bacterias saludables, como los Lactobacillus, que protegen a la vagina de posibles enfermedades e infecciones. 
2. El flujo vaginal es la suma de elementos que crean un ecosistema único con un sistema de autolavado. El pH es el termómetro de alteración en el ecosistema. 
3. Para regular el pH vaginal es importante identificar la causa que ha alterado al flujo vaginal. 

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Cómo regular pH de la vagina

 

Antes de hablar del pH de la vagina, debemos de hablar sobre la vagina. 

La vagina, ese genital tan desconocido por muchas de las personas que tenemos una entre las piernas. Sabemos que existe la palabra por la repetición en sitios como internet, redes sociales y algunas clases de la ESO. Sin embargo desconocemos mucho sus características –el cómo, para qué y a qué se dedica–, y cuáles deberían ser sus cuidados. Así que en Sensual Intim te compartiremos toda esa información INDISPENSABLE para la salud íntima para que te conviertas en una experta en tu salud vaginal y menstrual. Y sí, también te diremos cómo regular el pH de la vagina. 

 

Cómo cuidar la vagina

 

La vagina es un conjunto de tejidos y músculos, con muy poca sensibilidad, que conduce desde el útero hasta la vulva. Salvo los primeros cinco u ocho centímetros a partir de la entrada vaginal, en sí existen muy pocas conexiones nerviosas en la vagina –imaginemos que es un canal de parto, y si tuviésemos sensibilidad… bueno, moriríamos de dolor–. Tiene un sistema autónomo de limpieza y autocuidado. No necesita duchas vaginales ni jabones especiales ni nada extra. Sólo necesita: 

• Dieta equilibrada y saludable
• Ventilación adecuada –evitando usar ropa sintética muy ajustada o húmeda; y promoviendo el uso ropa interior de algodón o dormir desnuda–
• Y revisión periódica por una/e misma/e –una vez cada quince días– y una vez cada seis meses o un año con tu ginecóloga ética de confianza. 

Sus métodos de limpieza se efectúan a través no sólo de la menstruación, también mediante la mucosa y flujo vaginal. Este flujo vaginal es un indicativo de: 

• La salud de nuestra vagina y cuerpa –en caso de que sea muy alcalina o la presencia de enfermedad como candidiasis, vulvovaginitis, entre otras–;
• la fase del ciclo menstrual en el que estamos; 
• la autolimpieza que realiza nuestra vagina cada día –otro indicativo que está haciendo desempeñando sus funciones–. 

 

Cómo cuidar flujo vaginal 

 

Como hemos mencionado en nuestro artículo Hablemos sobre la flora vaginal, el flujo vaginal es un ecosistema complejo y delicado, rico en bacterias saludables, que requiere el equilibrio perfecto entre la acidez y la alcalinidad. 

El flujo vaginal está compuestos de bacterias saludables, como los Lactobacillus, que protegen a la vagina de posibles enfermedades e infecciones. Gracias a estas bacterias buenas, el ecosistema enriquecedor de la vulva está compuesto por:

• ácido láctico, 
• peróxido hidrógeno 
• y otras sustancias inhibidoras de organismos dañinos (como la Candidiasis).   

Por ello no es nada recomendable hacer duchas vaginales, ya que esto altera la flora vaginal promoviendo o facilitando infecciones vaginales por bacterias. No obstante, será MUY frecuente que encuentres que tu flujo vaginal cambie a lo largo del mes: a veces será más abundante y blanquecino; otras, apenas será visible. Que sepas que esto es NORMAL y SALUDABLE. 

Esto se debe a que el flujo vaginal se encuentra en conexión con otras partes de cuerpo; como por ejemplo, el sistema nervioso –y las emociones–, el sistema digestivo –todo lo que consumes, puede alterar el pH de tu flujo vaginal–, hasta la salud de tu suelo pélvico. Por ello es importante observar con atención al flujo vaginal, ya que nos indicará el estado de salud tanto de tu vagina como de tu cuerpo en general. 

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BONUS: Flujos vaginales: qué es (a)normal

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Tipos de flujo vaginal 

 

En nuestro artículo Sí, es normal tener flujo vaginal, te compartimos que: 

 [L]a consistencia y la cantidad de flujo vaginal puede variar en función de factores como el ciclo menstrual, los anticonceptivos hormonales, actividad sexual, alimentación, entre otros. Sin embargo, ¿qué pasa con el color del flujo vaginal?

• Cuando el flujo vaginal es blanco, se considera que la vagina está en un estado saludable. Principalmente durante la ovulación o previo a la menstruación. No debe haber picazón ni ardor ni olor inusual. ¡No obstante! Si la secreción es blanca, tiene grumos al estilo queso cottage, pica, escuece o arde, es importante visitar la unidad de ginecología, ya que se presenta un cuadro de infección por hongos (como la Candida). La vaginosis bacteriana (VB) es una infección vaginal muy común en cuerpas con vagina que tengan entre 15 y 45 años. 

• Cuando el flujo vaginal es amarillo pálido, no desprende olores ni provoca escozor ni malestar, es un flujo saludable. Sin embargo, si el amarillo se vuelve intenso, desprende olores incómodos y provoca picazón o escozor, es posible que estemos frente a un cuadro de ITS (infecciones de transmisión sexual) o infección bacteriana.
• Cuando el flujo vaginal es transparente, se considera un flujo saludable. Puede ser elástica y tener una consistencia como una clara de huevo, principalmente en momentos de la ovulación.

 

Cuando el flujo vaginal se altera debido a una infección, es muy seguro que sientas: picor y escozor; ardor al orinar; flujo vaginal amarillo tipo requesón, verde o inclusive a veces naranja; y olores intensos. Esto se debe a que hay alguna bacteria o virus instalado en la vagina y es indispensable que: 

1. No te automediques. 
2. Ves con una matrona o ginecóloga para que pueda brindarte un tratamiento específico para tu caso. 

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BONUS: Qué indican los colores del flujo vaginal

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Cuando sufres de resequedad vaginal 

 

Se le conoce como “síndrome genitourinario”. De acuerdo con el instituto médico Mayo Clinic, este malestar se debe a una menor cantidad de estrógeno. Resulta en INCOMODIDADES EN LA VIDA: desde prácticas sexuales dolorosas hasta ganas irresistibles de orinar o ardor durante la micción. Mucho picor y escozor, a pesar de no tener una infección vaginal presente. 

El tratamiento depende de la causa que ocasione la sequedad vaginal, es verdad que se suele tratar con un hidratante vaginal. Un lubricante con base en silicona es ideal para estos casos; sin embargo, se recomienda no usarse a la hora de usar juguetes sexuales con materiales de silicona. 

Eso sí, nosotras te damos dos recomendaciones para reducir la incomodidad de la resequedad: 

 

1. Masajea la vulva con el masajeador externo La Bomba para promover el flujo de sangre y la lubricación. En otras palabras: haz trabajar la musculatura encargada de producir lubricación. 
2. Recuerda que el Aceite de Pompeya te ayudará a reducir la incidencia de infecciones vaginales, ayudará a promover flujo vaginal para evitar los síntomas de la resequedad vaginal y, además, huele delicioso. 

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Cómo regular pH vaginal

 

El pH vaginal es el índice de acidez-alcalinidad del flujo vaginal. Como hemos dicho, el flujo vaginal es la suma de elementos que crean un ecosistema único con un sistema de autolavado. El pH vaginal es el termómetro de alteración en el ecosistema. Descubre cómo regular el pH vaginal. 

El pH (potencial de hidrógeno) mide las concentraciones de iones hidronio [H3O]+ que pueden ocasionar desajustes en la acidez-alcalinidad en la vagina. Si el pH se altera, la flora vaginal se encuentra vulnerable a patógenos que producen infecciones. Los niveles de pH vaginal se dividen en tres principales categorías: 

• pH neutro, cuando es igual a 7.0
• pH ácido, cuando es menor a 7.0 y hay un nivel excesivo de acidez
• pH alcalino o básico, cuando el pH es mayor a 7.0 

Lo ideal es tener un pH neutro con tal de evitar infecciones bacterianas que afecten la zona vaginal. 

 

 

Causas que alteran el pH vaginal

 

Como se ha mencionado con anterioridad, el pH vaginal y la flora vaginal se encuentran siempre en cambios constantes. Sin embargo, lo que puede ocasionar una alteración que afecte la salud íntima (es decir, que exista el riesgo de una infección como Candidiasis o Vaginosis) son factores como: 

• Ropa súper apretada que no permita a la vulva ni a la vagina “respirar”. En el primer instante que al llevar este tipo de ropa, se sienta comezón incómoda: es el momento de dejar respirar al cuerpo. 
• Duchas vaginales con jabones perfumados. Inclusive jabones o suavizantes de ropa con aditivos. Lo ideal son productos neutros, y pasarse agua tibia en la zona después de alguna práctica sexual o de alguna actividad que haya implicado sudoración.
• Mantener puestos los pantalones y ropa interior tras hacer ejercicios. El sudor aumenta la humedad y la incapacidad de la vulva y la vagina de “respirar”. Lo ideal es llegar a ducharse y cambiarse a ropa seca. 
• Uso de antibióticos, anticonceptivos hormonales y altas dosis de estrés. También se ha relacionado el uso de dispositivos de higiene personal como compresas y tampones, al contener altas dosis de químicos tóxicos. 
• Prácticas sexuales con penetración y sin preservativo. Sí, algunas personas pueden alterar no sólo nuestro corazón, también nuestro pH –y no en el buen sentido–. Para prevenirlo, considera añadir un condón o preservativo en las prácticas sexuales con penetración. 
• Cambios hormonales a causa de medicamentos –como antibióticos, pastillas anticonceptivas, pastilla del día después–, embarazo o menopausia. 
• Dolor crónico del suelo pélvico.

 

Cómo regular el pH vaginal

 

Para regular el pH vaginal es importante identificar la causa que ha alterado al flujo vaginal. En caso que detectes la causa principal, es importante ponerle solución al detener su incidencia; como por ejemplo: si sueles quedarte los pantalones y bragas húmedas durante mucho tiempo después de la actividad física – recuerda que eso puede influir en el ecosistema de tu vagina y necesitarás cambiarte lo más pronto posible. 

En Sensual Intim te compartiremos consejos y recomendaciones para regular el pH de tu vagina: 

 

1. Evita jabones perfumados, jabones para zona íntima, duchas vaginales, etcétera. 
2. Aceite de Pompeya en caso de tener infecciones vaginales frecuentemente. 
3. Lubricante con base en agua –o de silicona sólo para casos de resequedad vaginal– para prácticas sexuales. Y en caso de prácticas sexuales con penetración, con preservativo.
4. Elige ropa íntima de algodón –evita de nylon o tela sintética–. 
5. Duerme ocasionalmente desnuda –sin bragas– para que la zona respire libremente. 
6. En caso de infección vaginal, visita a tu ginecóloga para tratamiento específico. 
7. Considera a los probióticos como apoyo para enriquecer al ecosistema vaginal. Existen próbióticos vaginales como óvulos o yogurt natural –sin azúcar– aplicada en la zona vulvar y vaginal que pueden calmar los síntomas del picor y escozor. 
8. Una dieta equilibrada y saludable, reduciendo el exceso de harinas, sal y azúcares añadidos. No te olvides de añadir alimentos que regularán tu pH vaginal como: 
   1. Agua
   2. Yogur o Kéfir
   3. Zumo de arándano o arándanos rojos 
   4. Chía 
   5. Frutos secos

Descubre más sobre las propiedades de estos alimentos que garantizan un pH saludable. 

 

Y si a pesar de todo y pasan más de seis meses con estos malestares y tu ginecóloga te dice que los estudios indican que todo está bien, entonces te compartimos los datos de nuestros expertos en psiconeuroinmunología para ayudarte y acompañarte en este proceso.

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