Flujos vaginales: qué es (a)normal

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Flujos vaginales, ¿Alguna vez te has parado a pensar qué es normal y qué no lo es? ¿Cuándo nuestro flujo está representando que existe algún problema? ¿En qué situaciones no es necesario que nos alarmemos?

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Flujos vaginales: qué es (a)normal

 

En muchas ocasiones, nos podemos sentir un poco perdides cuando nuestro flujo varía un poquito de lo que suele ser. El hecho de que a lo largo de nuestra educación no hayamos recibido demasiada (por no decir ninguna) información acerca del flujo vaginal, de cuál es su función, y de cuándo nos está indicando que hay (o no) un problema, puede hacer que nos inquietemos en situaciones en las que podríamos estar totalmente tranquiles.

Es por ello que hoy vamos a intentar dar un pequeño acercamiento a toda aquella información que deberíamos de haber aprendido cuando éramos más pequeñes y estábamos conociendo bien nuestro propio cuerpo. Vamos a hablar sobre los flujos vaginales, concentrándonos especialmente en aquellas situaciones en las que nos está indicando algo a lo que deberíamos prestar atención, y aquellas en las que la situación debe ser normalizada.

¿Quieres saber más acerca de los flujos vaginales? ¡Vamos a por la info!

 

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Qué son los flujos vaginales

 

El flujo o secreción vaginal es una secreción totalmente natural que le ocurren a todas las personas con vulva. Los flujos vaginales no han aparecido en nuestro cuerpo por casualidad, sino que tiene algunas funciones:

• Son una barrera de protección para las infecciones.
• Mantiene sanos los tejidos de la vagina.
• Protege de la irritación.
• Proporciona lubricación natural.

 

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BONUS: Sexo y ciclo menstrual

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Los flujos vaginales varían notablemente de una persona a otra. Tanto es así, que incluso tratándose de la misma persona, la secreción vaginal varía dependiendo del momento del ciclo en el que nos encontremos. ¿De qué forma puede variar la secreción vaginal? Varía tanto en consistencia, como en volumen (cantidad) y color.  Es precisamente por esto, que muchas personas pueden llegar a preocuparse por sus secreciones vaginales en determinadas épocas de su ciclo, cuando realmente pueden estar frente a algo totalmente natural.

 

 

Qué hacer para mantener el flujo vaginal sano

 

Aunque en muchas situaciones no podemos controlar la situación, si hay algunas pautas que podemos llevar a cabo para tratar de cuidar nuestros flujos vaginales y evitar, entre otros, las infecciones. Los tips que os ofrecemos desde Sensual Intim son:

• Olvídate de las duchas vaginales. Pueden crear el efecto justamente contrario, que es el de introducir gérmenes que no deben estar ahí.
• Jabones y geles con alcohol entre sus ingredientes no son bienvenidos.
• Durante el sexo, utiliza protección.

 

 

 

Qué es lo normal de los flujos vaginales

 

Lo primero que debemos tener muy presente cuando hablamos de los flujos vaginales, es lo que justamente explicábamos al final del apartado anterior: las secreciones vaginales cambian. 

Ahora bien, ¿Qué situaciones son completamente normales cuando hablamos de secreciones vaginales?

• Que a veces sea más pegajoso, otras veces más seco y otras más cremoso.
• Durante la ovulación, los flujos vaginales pueden notarse más elásticos y húmedos que durante el resto de las fases.
• La secreción aumenta cuando hay excitación. ¡No te sientas avergonzade por ello! Es totalmente normal y, de hecho, esa es una de sus funciones: lubricar la vagina para facilitar la penetración y que sea más placentero, en caso de que la haya.
• El volumen de los flujos vaginales puede variar durante las fases menstruales, llegando al punto de sentir que no tienes secreciones al final del ciclo, y otras veces que éste es muy húmedo, como en la ovulación.
• El olor de las secreciones vaginales también puede variar, pero lo más común es que su olor sea suave.

 

 

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BONUS: Fenómenos que alteran a tu ciclo menstrual

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Qué es lo anormal de los flujos vaginales

 

Ahora, bien, también debemos prestar atención a aquellas situaciones en las que los flujos vaginales nos pueden estar alertando de que hay algo que no va bien. Estas características que nos están diciendo que prestemos atención a nuestra salud vaginal son:

• El olor de nuestros flujos vaginales es muy intenso o su olor nos resulta similar al del pescado.
• El color de las secreciones es muy diferente del que habitualmente tenemos. Normalmente, los colores verdes, grises y amarillos nos están hablando de infecciones.
• Sin coincidir con la ovulación o un momento del ciclo en el que habitualmente tengamos más secreciones, nuestro flujo es muy abundante.
• La última de las situaciones que debemos tener presentes es la consistencia de las secreciones. Si los flujos vaginales se parecen a la leche cortada o están mucho más espesos de lo que normalmente tenemos, es muy posible que tengamos una infección por hongos.

 

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BONUS: Qué indican los colores de las secreciones vaginales

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Si te estás enfrentando a alguna de estas situaciones, ¿Qué es lo más recomendable que hagas? Por supuesto, lo mejor que puedes hacer es pedir a tu médico de cabecera que te derive a tu ginecóloga, y comprobar qué es lo que está ocurriendo.

No obstante, si se trata de una infección por hongos (y estás segure de que es esto, ya sea por experiencia o por tus parejas sexuales), es muy fácil acceder a un tratamiento de venta libre. Eso sí, debes estar muy segure de que es esta situación, y prestar atención a que está haciendo efecto. Si los síntomas persisten, es necesario que acudas a la atención médica que puede ofrecerte una ginecóloga de cabecera.

 

 

 

Qué factores pueden perjudicar a tus flujos vaginales

 

Algunos factores que pueden estar perjudicando a la salud de tus secreciones vaginales son:

• Tener diabetes y no estar bajo tratamiento.
• El uso de algunos antibióticos puede afectar a tu ecosistema vaginal.
• Ser fumadore.
• Las duchas vaginales pueden ser problemáticas.
• Las pastillas anticonceptivas también pueden provocar cambios en nuestros flujos vaginales.
• Tener sexo sin protección.

 

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Autora de la nota: Sexóloga Yolanda Carmona