Historias de terror: cuando la copa menstrual se atasca 

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Sacar la copa menstrual puede resultar un problema cuando todavía no tienes la práctica suficiente, pero que no cunda el pánico. Tu vagina no es un pozo sin fondo.

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Historias de terror: cuando la copa menstrual se atasca 

 

A lo largo de la vida podemos tener múltiples anécdotas que compartir. Algunas graciosas y otras tristes. Sin embargo, no hay historia de terror capaz de mezclar el pánico y la risa como cuando una copa menstrual se atasca dentro de la vagina. Es la que menos se comparte por internet o de boca en boca entre amigas. 

Es muy complejo saber cómo actuar cuando una situación así le pasa a una, en especial al encontrarnos en una sociedad sin educación sexual ni conocimiento sobre la anatomía de sí. En especial cuando se es primeriza en el uso de la copa menstrual. De hecho, las anécdotas de una copa menstrual atascada pululan en la sala de emergencia de los hospitales. Historias de terror que pueden terminar en trauma. 

Hay ocasiones que ante el desconocimiento del cuerpo, una no logre distinguir entre la vulva y la vagina, las partes de la vagina, etcétera. ¡Es más! Hasta se pueda tener la falsa creencia que la vagina es tan vasta que… resulta en un hoyo negro. Por lo que al colocarse una copa menstrual, buscarla para sacarla y no encontrarla… ¡Puede generar pánico! Se le pide apoyo a la madre, hermana, pareja, amiga más cercana para que pueda pescar ese pequeño objeto que se perdió en la inmensidad de las paredes vaginales… Y en caso de que la opción A y B fracasen, la tercera opción resulta ser la vencida en la sala de emergencias de un hospital. 

¿Por qué una copa menstrual se atasca?

 

Tal como hay una inmensa diversidad de copas menstruales, también hay una inmensa diversidad de vaginas. Por tanto, la copa menstrual que le puede función a la perfección a una persona no resulta ser la opción adecuada para otra. 

La explicación médica más frecuente ante el atasco de una copa menstrual es la posición del útero. Al colocar una copa menstrual, se queda en una sola posición entre las paredes vaginales. Dependiendo de la intensidad de movimiento que se realice y altura del útero, la copa menstrual puede subir en dirección hacia el útero o mantenerse en su lugar. Es decir, si el útero se encuentra muy elevado, la copa menstrual podría subir un poco por el canal vaginal alejándose de la entrada de la vagina. 

 

Por ello es recomendable escoger una copa menstrual adecuada a la altura del útero. Si el útero se encuentra muy elevado, lo mejor es una copa menstrual de talla grande; si el útero se encuentra muy cercano de la entrada vaginal, se recomienda una copa menstrual de talla pequeña. La talla universal de la copa menstrual, como el de la Eureka! Cup, son muy funcionales para los úteros en una altura “de la norma”.  

Más información sobre cómo descubrir la altura de tu cérvix.

 

¿Qué hacer si mi copa menstrual se atascó?

 

Lo más importante e inmediato a realizar es: no asustarse ni entrar en pánico. 

Una vez comprendiendo que el canal vaginal es un espacio limitado, cuya frontera es el cérvix, sólo basta tener paciencia para localizar la copa menstrual y sacarla. Es un momento para –re–conocer el cuerpo desde el interior.

Es indispensable no cortar la punta de la copa, aunque se crea que es muy grande o queda “fuera” de la vagina. Sólo promoverá que se vuelva a atascar. Pero ante todo, y quizá lo primero que se tiene que hacer a la hora escoger la copa, es conocer la altura del cérvix para así comprar sabiamente la copa menstrual ideal para el cuerpo de sí.