¿Cómo dar un masaje para flexibilizar al suelo pélvico?

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Cuando hablamos del suelo pélvico, nos pueden venir a la mente zonas del cuerpo que sabemos que están ahí pero que, en realidad, desconocemos.

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 ¿Cómo dar un masaje para flexibilizar al suelo pélvico?

 

Cuando hablamos del suelo pélvico, nos pueden venir a la mente zonas del cuerpo que sabemos que están ahí pero que, en realidad, desconocemos. Ignoramos su funcionamiento y aspecto, y por tanto si es necesario siquiera prestarle atención a su existencia. Por ello, cuando sufrimos una serie de malestares (como pequeñas pérdidas de orina o ganas inminentes de ir al baño sin podernos aguantar), no tenemos ni idea que eso se puede prevenir, trabajar y solucionar con una serie de ejercicios. 

Ya una vez en contacto con el tema y habiendo inspeccionado el suelo pélvico en su totalidad a través de un espejo de mano, sabemos que es una musculatura que puede ejercitarse. A través de ejercicios de Kegel en diferentes niveles, el uso de herramientas como las Pelvic Balls o vibradores enfocados en la zona G, danzas árabes o latinas, y sí, también masajes vulvares. 

 

Un masaje especial para el suelo pélvico

 

En caso de que exista un poco de hipertonía muscular en el suelo pélvico, es recomendable realizar masajes personalizados en la zona. Tal como te compartimos a continuación: 

Después de encontrar una postura cómoda para ti, observa a través del espejo todos los pliegues, colores y formas de la vulva. Se recomienda tener las piernas separadas y ligeramente flexionadas para permitir una visión completa de la vulva. Otra posición acostada es abrazar la pierna derecha o izquierda, acercándola al pecho y sosteniéndola con un brazo. Esto te permitirá identificar y conocer esta zona, regulando y disminuyendo tanto creencias irracionales al respecto como angustias que puedan surgir ante su desconocimiento. 

Se recomienda que sea en un ambiente relajado, con música y velas que fomenten la tranquilidad. 

Después de ir recorriendo con la punta de los dedos (y las manos recién lavadas) palpando la piel, el dedo índice mételo por la apertura vaginal. De este modo, se puede continuar palpar con el dedo el borde de la apertura dirigiendo el dedo en dirección a la manecilla del reloj. Es como si con el dedo se quisiera conocer la zona de entrada de la vagina, intentando flexibilizar o extender esta piel. La idea es permitir que la musculatura se flexione a través del tacto delicado y el autoconocimiento. 

Este masaje es ideal acompañarlo de una serie de ejercicios que permitan flexibilizar la musculatura perineal, reduciendo síntomas de hipertonía pélvica. Tales como: dolor en la penetración sexual o a la hora de introducir una copa menstrual; dificultad para orinar; sufrir de infecciones recurrentes de orina u hongos; sentir unas ganas intempestivas y sorpresivas de orinar; o pasar por dolor perineal estando sentada. 

 

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