¿Cuándo hay que ir a una sexóloga?

Tiempo de lectura: 5 minutos

Visitar a una sexóloga en caso de tener problemas relacionados con la sexualidad es como cuando uno está enfermo y va con el médico especialista de su malestar.

 

HIGHTLIGHTS

1. Ojo con el intrusismo laboral. No es lo mismo una coach sexual o periodista que habla de sexo que una sexóloga clínica o educadora sexual.
2. Es indispensable visitar a un o una sexóloga en caso de sufrir o experimentar disfunciones sexuales: desde eyaculación precoz hasta vaginismo
3. La sexualidad es un aprendizaje y que, “si hubiera una buena educación sexual en las escuelas, se acabarían muchos problemas”.

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¿Cuándo hay que ir a una sexóloga?

 

La sexualidad es un elemento que nos acompaña a lo largo de nuestras vidas. Es como parte de nuestra personalidad: cambia a lo largo de nuestras experiencias y que nunca nos deja. Está ahí: en nuestro autoconcepto (género), nuestros vínculos (afecto), nuestros proyectos (reproductividad) y nuestro placer (erotismo). Y sin embargo, sigue cargando un estigma significativo que impacta negativamente en nuestra salud en general. 

Por eso, cuando tenemos un problema en alguna de esas áreas –género, afecto, reproductividad y erotismo–, no sabemos a quién recurrir. Y muchas veces caemos en la falacia de que todo mundo sabe más que uno/a/e, aunque seguramente nuestro entorno también cargue con estigmas e ignorancias sobre la sexualidad. De modo que, como bien dice el dicho popular, es como si un mudo guiara a un ciego –quizá no resulte en nada desastroso pero sí en un proceso lento y a veces frustrante. 

Así que lo más recomendable es visitar a una sexóloga en caso de tener problemas relacionados con la sexualidad. Es como cuando uno está enfermo y va con el médico especialista de su malestar. Básicamente es lo mismo. 

Sin embargo, ¿cuándo hay que ir con una sexóloga?, ¿qué se trabaja con una especialista en Sexología clínica?, ¿para qué ir con una sexóloga? En Sensual Intim hemos investigado cuáles son las principales dudas y decidimos responderlas en este artículo. Así que no te lo pierdas. 

 

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¿Qué hace un Sexólogo/a/ue?

 

La Sexología Clínica se refiere al estudio y comprensión de la sexualidad humana; por lo que, así como sucede en Psicología, existen diversas áreas de aplicación de la sexología clínica. Tales como: 

• Investigación,
• Terapia enfocada en el bienestar y salud sexual, 
• Divulgación y educación sexual, 
• Entre otros. 

En otras palabras, los investigadores se encargan de observar la realidad de las personas en torno a su sexualidad; los terapeutas recogen dicha información y la aplican para garantizar la óptima salud y bienestar en los pacientes o clientes a través de las terapias con objetivos concretos e individuales; y los educadores sexuales se encargan de divulgar esa misma información y hacerla accesible para cada vez más personas. 

Cabe señalarse que algunas trabajadoras sexuales que cuentan con la formación de sexólogas o educadoras sexuales, también ejercen sus propios procesos terapéuticos. 

Ojo con el intrusismo laboral. No es lo mismo una coach sexual o periodista que habla de sexo que una sexóloga clínica o educadora sexual. Las últimas han requerido años de formación en el área de medicina o psicología, además del tiempo y dinero invertido en sus especialidades. 

 

 

¿Los sexólogos tienen sexo con sus pacientes?

 

Algunas sexólogas, sí; y otras sexólogas, no.

Como mencionamos anteriormente, existen varias áreas en el mundo de la Sexología. Existe un ámbito del acompañamiento sexual que suele estar enfocado en personas con alguna diversidad. Un ejemplo de este ámbito es la película de The Sessions (2012). 

En general, muchas sexólogas realizamos visitas como si fuera una sesión de psicoterapia. 

 

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¿Cuándo visitar a una sexóloga?

 

Para Francisca Molero, sexóloga, ginecóloga y presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología, entre otros, en España la gente suele relacionar la sexología con algo psicológico. “Tiende a pensarse que la mayoría de los problemas sexuales derivan del terreno mental”, explica. Sin embargo, es indispensable visitar a un o una sexóloga en caso de sufrir o experimentar disfunciones sexuales: desde eyaculación precoz hasta vaginismo –cuando las paredes vaginales se tensan y cierran sin permitir la entrada de un dedo meñique–, Disfunciones sexuales, un problema físico, psicológico e interpersonal…

En palabras de Molero, una disfunción sexual puede tener distintos factores que influyen en su incidencia. “Un problema físico no resuelto puede acabar en uno psicológico y al revés. Como sucede con el vaginismo, que tiene su origen en abusos o malas experiencias sexuales.” 

Por esta razón, en Sexología se estudia y se brinda soluciones variadas enfocadas en la sexualidad humana. Se recomienda visitar a un o una sexóloga de confianza sin importar la edad, en especial cuando:

 

[…] No tengan muy clara su orientación sexual y que buscan consejo, problemas de falta de deseo –los más frecuentes, tanto en hombres como mujeres–, trastornos del orgasmo o de la erección. También adicción al sexo o asexualidad, víctimas de abusos o violencia doméstica, pedófilos y, últimamente, niños transexuales que traen sus padres en busca de ayuda para entender y gestionar mejor su realidad. 

También cuando existen problemas en la relación, al haber caído en la rutina y buscar reavivar el deseo. O aceptar la ruptura a través de un mediador, tras vivir una prolongada enfermedad y se desea recuperar la dimensión erótica, entre otros. 

Otras razones por las cuales se suele recomendar ir con un o una sexóloga es la salud del suelo pélvico. La hipertonía o hipotonía de la musculatura pélvica, puede ocasionar una serie de efectos negativos en la sexualidad de una persona. 

Antes de ir de visita con una sexóloga

 

Molero recomienda tomar en cuenta que la sexualidad es un aprendizaje y que, “si hubiera una buena educación sexual en las escuelas, se acabarían muchos problemas”. Por lo que lo primero a tomar en cuenta es el cuestionarse cuáles son las ideas que se tienen de la sexualidad y comenzar a analizarlas: ¿cuáles son las creencias irracionales y erróneas de nuestra sexualidad? Conocer el propio cuerpo y saber sus reacciones es, siempre, una tarea indispensable.

 

 

¿Para qué ir con una sexóloga?

 

Como yo siempre digo: “Lo digo con una mano en la cintura [con una simpleza o facilidad], pero el proceso no es sencillo”. La causa para ir con una sexóloga es alcanzar el máximo nivel de bienestar posible. Namás. Buscar el bienestar es el camino que puede llevarnos a un Edén nunca antes vivido. 

Por lo que la principal razón para visitar a una sexóloga es querer estar bien. Y ese es el mejor regalo que una/e/o se puede dar a sí misma/e/o. 

 

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