FAQS
¿Duchas vaginales?
¿Quieres saber cómo cuidar tu vulva?
Cuando empieces la rutina del cuidado de tu vulva, coge un espejo y obsérvala antes de limpiarla. Supongamos que se trata de lavar el rostro: una lo observa detenidamente antes, durante y después de enjabonarse y ponerse todos los productos de higiene y belleza. ¡Tienes que conocer tu vulva para saber cómo cuidarla!
Para limpiar la vulva sólo basta agua caliente o tibia. Nada de jabones o productos perfumados, tampoco blanqueadores vulvares o anales. Nada de productos con ingredientes químicos o tóxicos.
Evita introducir productos de limpieza (como las duchas vaginales, jaboncito o productos perfumados) en la vagina, es decir en el huequito que hay entre el monte de Venus y el perinée. A no ser que se traten de productos de higiene como una Eureka!Cup, Pelvic Balls, esponjas menstruales e incluso juguetes sexuales (limpios y sanitizados), es mejor evitar introducirlos al cuerpo. La vagina tiene su propia flora y sabe cómo limpiarse por sí sola.
La vulva (el monte de Venus, las glándulas de Skene y glándulas de Bartolini, clítoris, uretra, labios externos y labios internos, periné) sólo necesita un poco de agua para quitar la grasilla que se acumula entre sus pliegos, refrescar la zona y mantenerla limpia para prevenir posibles infecciones. Después, secar suavemente con una toalla. Recordemos que es como si laváramos nuestro rostro: no es necesario fregarse o friccionarse con la toalla.
¡La vulva necesita respirar! Así que después de hacer ejercicio o al llegar a casa, es recomendable quitarse la ropa interior y permitir que la vulva respire y se refresque al natural. Evitar mantener los leggings deportivos recién sudados, puede ayudar.
De ser posible, elegir bragas 100 por ciento algodón. La piel en la zona genital es muy sensible y necesita respirar, por ello es recomendable utilizar ropa que permita estas funciones y pueda prevenir irritaciones en la vulva.
Para más información: Guía definitiva para mantener limpia la vulva y vagina